Weboscope medición de tráfico, de audiencia y de eficacia Estadísticas gratuitas y contadores hit counter script Pynchon Community: agosto 2005

Pynchon Community

miércoles, agosto 31, 2005

Edipa en Mazatlán.

Mazatlan

(No. No hemos estado en Mazatlán. Nuestros viajes no nos han llevado tan lejos. Pero éste es un homenaje al primer capítulo de La Subasta del Lote 49).


Una tarde de verano, al volver de una fiesta organizada por Tupperware donde la anfitriona había puesto quizá demasiado kirsch en la founde, la señora Edipa Maas se enteró de que la habián nombrado albacea de la herencia de un tal Pierce Inverarity, un magnate californiano de las inmobiliarias que cierta vez había perdido dos milones de dólares en su tiempo libre pero cuyos restantes bienes eran aún lo bastante numerosos y complicados para que el trabajo de clasificarlos fuese algo más que simbólico. Edipa se detuvo en la sala de estar y, bajo la atenta mirada del ojo apagado y verdoso de la pantalla del televisor, invocó el nombre de Dios y se esforzó por sentirse embiragada al máximo. No dio resultado. Pensó en la habitación de cierto hotel de Mazatlán cuya puerta se había cerrado de golpe, por lo visto definitivamente, despertando a doscientos pájaros que dormitaban en el vestíbulo; en un amanecer en la cuesta de Universidad de Cornell que nadie más había visto porque dicha cuesta daba a poniente; en una melodía triste y sin adornos del cuarto movimiento del Concierto para Orquesta de Bártok; en un busto encalado de Jay Gould que Pierce tenía sobre la cama, en un anaquel tan estrecho que a ella siempre le asaltaba el temor de que se les cayera encima. ¿Habría muerto así, pensó, sumido en sueños, aplastado por la única escultura de la casa?

martes, agosto 30, 2005

Una de revistas.

Segunda escala. Holanda. Tras pasar por la Zelandia de los diques y de los pueblos perfectos del Show de Truman, llegamos a Amsterdam. Visita obligada a la Librería Athenaeum. En su sección de revistas encontramos la codiciada BookForum de este verano. Número especial dedicado a Pynchon. Recomendación sincera: si tienen una librería bien surtida de revistas literarias a mano, búsquenla antes de que termine septiembre. A nosotros, hijos de un país de librerías anémicas, nos ha costado dos meses. (Siempre se puede leer en la web, pero el papel tiene más carácter).

Además del interesante artículo Pynchon From A to V, las páginas del especial están salpicadas de anecdotas pynchonianas de otros autores. Así nos hemos enterado de que Jeffrey Eugenides es fetichista como nosotros. Viajó a Pennemünde en peregrinación pynchoniana. Compró una taza para regalársela al autor de El Arco Iris de la Gravedad y jamás se atrevió a dársela. Desde entonces vuelve a los lugares de la Zona regularmente y siempre se lleva su taza, todavía envuelta, como una ofrenda viajera a un Dios sin Rostro.

Amsterdam

lunes, agosto 29, 2005

Pynchon a la francesa.

En estos días de ausencia nos hemos paseado por esos mundos de Dios, en busca de huellas pynchonianas. Nuestra primera escala nos llevó a París, donde teníamos una cita obligada en la librería de los expats. Un templo de los fetichistas librescos. Un paraíso de los locos de los libros. Shakespeare & Co.

De allí nos llevamos un ejemplar de Gravity's Rainbow. Quisimos hacer una foto en la mítica fachada de Shakespeare & Co. de nuestra adquisición -bueno, lógicamente no fue nuestra única compra porque somos del género compulsivo- pero desafortunadamente no pudimos, está tapada por un andamio. Como no nos podíamos resistir a guardar un testimonio de nuestro Pynchon en las calles parisinas, colocamos el libro en la verja de un palacio y lo fotografiamos.

Y éste es el resultado.

GR en Paris (5)

Fe de erratas.

La Pynchon Community vuelve en este meláncolico final de agosto. Y volvemos con las cabezas gachas y el rostro avergonzado. No por los pecados del verano, sino por los imperdonables errores del blog, desenmascarados por Cristobal... otro pynchoniano de la blogosfera.

En efecto, en nuestro tributo al traductor Jordi Fibla, nos dejamos en el anonimato a otros dos excelentes traductores del Maestro: Prometeo Moya -responsable de La Subasta-, Manuel Sáenz de Heredia -de Vineland- y Carlos Martín Ramírez -autor de la que es nuestra preferida entre estas tres traducciones, la de V. Aunque nuestro favorito, sigue siendo Fibla.

Y aunque estamos cabizbajos por estas omisiones, también estamos contentos, porque hemos encontrado a otro lector de Pynchon, un incondicional de la obra del americano, que además tiene un blog con un título que nos encanta: El Arco Iris de Gravedad. Un blog donde la literatura y la música se mezclan a un ritmo perfecto.

Tanto nos ha agradado encontrar a otro pynchoniano -¿nos permite llamarle así?- que estamos pensando incluir periodicamente gazapos en esta página, para que los atentos ojos de nuestros escasos pero magníficos lectores, los encuentren. ¿Qué les parece?