El hombre sin rostro.
Su nombre no tiene rostro. Pero no le hace falta una cara. Su cara son las palabras. Sus novelas.
Novelas como un cubo mágico. Como un Silo princeps fecit. Un rompecabezas. Una carcajada impenitente. Una imagen imposible. Escurridiza. Difusa. Borrada por los años.
Su imagen, sus palabras. Un misterio. Ut pictura poiesis. Va a ser eso.
Lo imagino claramente. Porque él deja libertad para la imaginación.
Novelas como un cubo mágico. Como un Silo princeps fecit. Un rompecabezas. Una carcajada impenitente. Una imagen imposible. Escurridiza. Difusa. Borrada por los años.
Su imagen, sus palabras. Un misterio. Ut pictura poiesis. Va a ser eso.
Lo imagino claramente. Porque él deja libertad para la imaginación.
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