Stephen Pynchon vs. Thomas Dedalus.
Ineluctable modalidad de lo visible: al menos eso si no más, pensando con los ojos. Marcas de todas las cosas que estoy aquí para leer, freza marina y ova marina, la marea que se acerca, la bota herrumbrosa. Verdemoco, platiazulado, herrumbre, signos coloreados. Límites de lo diafano. Pero añade: en los cuerpos.
Ineluctable también este Pynchon al que el lector se rinde. Pynchonísimo postmoderno juego de espejos y puzzles. Sí. Estas son las marcas de todas las cosas. Todas esas locuras de hereros y estrellas. De tristeros y mapas. De quesos gigantes y habitaciones maltesas. De ratas evangelizadas y agentes inflitrados. De karma y de bombas. De imipolex y de ketchup.
Estoy aquí para leer. Pero añade: en sus libros.
Ineluctable también este Pynchon al que el lector se rinde. Pynchonísimo postmoderno juego de espejos y puzzles. Sí. Estas son las marcas de todas las cosas. Todas esas locuras de hereros y estrellas. De tristeros y mapas. De quesos gigantes y habitaciones maltesas. De ratas evangelizadas y agentes inflitrados. De karma y de bombas. De imipolex y de ketchup.
Estoy aquí para leer. Pero añade: en sus libros.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home